
Los
rasgos más importantes de este movimiento artístico son:
-
Abandono de la uniformidad estilística.
-
Temas de guerra y otros acontecimientos históricos.
-
Composiciones dinámicas.
-
Relación sentimental entre el artista y sus temas.
- Se encauzó contra la tiranía, la tradición y los
privilegios.
-Comenzó con la Independencia, pero fue hasta la
restauración de la República en 1867 cuando el romanticismo alcanzó su mayor
esplendor.
- Gusto por lo exótico. La necesidad que
tienen los románticos de evadirse del mundo que los rodea, les hace buscar lo
diferente: viajan para conocer paisajes, habitantes y costumbres distintos a
los suyos.

- La
expresión de los sentimientos, sobre todo el amor que constituye la materia
inagotable de obras románticas.
-
Exaltación de la naturaleza, una naturaleza misteriosa y abrupta, hostil, llena
de fuerza: torbellinos, tempestades, tormentas, olas gigantescas…
Uno de
los temas más comunes de la pintura romántica es el paisaje. En México este
tipo de pintura se practicó hasta el siglo XIX, al principio por pintores
extranjeros que llegaron al país al finalizar la Independencia, y luego en la
Academia de San Carlos, donde trabajó el paisajista italiano Eugenio Landesio.
Hasta antes de esta época, la riqueza que ofrecía el paisaje mexicano había
sido ignorada, pues durante la Colonia cuando se necesitaba un paisaje se le
inventaba o copiaba de algún cuadro europeo. En México, quien destacará en esa
disciplina es José María Velasco.
En el romanticismo de México se separa por poetas:

Guillermo Prieto (1818-1897): de inspiración popular en la
"Musa callejera" (1883)
Fernando Calderón (1809-1845): con dramas, comedias de costumbres
y tragedias.
Manuel Payno (1810-1894): seguidor de Fernández de Lizardi en
"Los bandidos de Río Frío" (1888-1891).
Luis G. Inclán (1816-1875): que narra la vida de los campesinos
en "Astucia, el jefe de los Hermanos de la Hoja" (1865).
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